(*) Artículo de Sigfredo Chiroque de su Blog "Educación Esperanza.
Unos 50 mil kilómetros cuadrados del Mar
de Grau han sido recuperados por el Perú. Hoy (27 de enero 2014), en la Corte Internacional
de La Haya, el Perú obtuvo una victoria parcial. Según el Presidente Ollanta
Humala, se consiguió el 70% de la demanda solicitada por nuestro país.
En el campo educativo, nos corresponde
promover auténticos saberes acerca de este y otras situaciones históricas de
nuestros Pueblos, incluidos los de Chile y Bolivia. Y nada mejor que recordar
el legado de Miguel Grau sobre la educación, así como sacar aprendizajes del
trabajo estratégico hecho por el Perú, en el caso de La Haya. Si hay estrategia
en lo que hacemos (también en la educación), a la larga, tendremos victorias
aunque sea parciales. Lo contrario sucedió en la Guerra del Pacífico.
LA EDUCACIÓN, SEGÚN GRAU
Desde el Callao
y en el Monitor Huáscar, el 8 de mayo de 1879, Miguel Grau escribe a su esposa
Dolores Cabero:
“Muy querida esposa: como la vida es precaria en
general y con mayor razón desde que va uno a exponerla a cada rato, en aras de
la Patria, en una guerra justa, no quiero salir a campaña sin antes hacerte por
medio de esta carta varios encargos, principiando por el primero, que consiste
en suplicarte me otorgues tu perdón, por si creyeras que yo te hubiera ofendido
intencionalmente. El segundo, pedirte
atiendas con sumo esmero y tenaz vigilancia a la educación de nuestros hijos
idolatrados, para lograr este esencial encargo debo recomendarte que todo lo
que dejo de fortuna se emplee en darles toda instrucción que sea posible, única
herencia que siempre he deseado dejarles” (destaque muestro).
Mirando a su familia, Grau quería
garantizar la educación de sus 10 hijos. Educarlos era prioridad como una
inversión, a donde debería dirigirse “toda su fortuna”. ¿Todos los recursos del
país se orientan principalmente a plasmar el derecho a la educación de los
hijos de la Patria? ¿Qué dicen nuestros gobernantes y los grupos de poder ante
esta lección de Grau?
En otra carta, fechada en Iquique, 29 de
mayo, Grau dice:
“Queridísima esposa
Son las
seis de la tarde, y acabo de regresar del Sur donde he permanecido seis a siete
días recorriendo los puertos de Antofagasta, Mejillones, Cobija y Tocopilla; en
el primero sostuve un cañoneo de hora y media con los fuertes y la “Covadonga”,
que se había refugiado allí muy cerca de las piedras…
El vapor para el norte
no pasa por aquí hasta mañana, pero lo
que pueda suceder te escribo anticipadamente con el objeto de saludarte
cariñosamente y a la vez suplicarte
hagas a los niños mil caricias a mi nombre. Aconséjales constantemente y diles
que no se olviden de cumplir lo que han ofrecido de estudiar con empeño y en
esforzarse bien, tanto en el colegio como en la casa”…
Sería
conveniente que dieras de cuando en cuando tus vueltas al colegio para que te
informes de el adelanto y conducta de los muchachos…” (destaque nuestro).
Grau –como un pedagogo contemporáneo- advierte que los
hijos requieren: (a) afecto; (b) tutoría; (c) Auto compromiso en los estudios; (d) Trabajo en el estudio dentro del colegio
y fuera de él; y (e) Las familias deben dialogar con las instituciones
educativas, no solamente sobre los rendimientos académicos de sus hijos, sino
también sobre sus “conductas (valores).
APRENDIZAJES DESDE EL FALLO DE LA HAYA
Ciertamente el fallo de La Haya –parcialmente favorable
al Perú- nos trae muchas lecciones que deben asimilarse en el campo educativo.
Quiero destacar tres:
a)
Claridad en los objetivos y estrategia.- Relaciones Exteriores del Perú actuó con objetivos claros
y estrategia definida. El 23 de mayo de 1986, el embajador peruano en Chile,
Juan Miguel Bákula formalizó el pedido de establecer los límites marítimos a
Chile. Como Chile no aceptó tal petición, se tuvo que ir a la Corte
Internacional de la Haya. Con sólida argumentación, se pudo recuperar parte del Mar de Grau, como
una victoria parcial. ¿Por qué no trabajar en educación con objetivos claros y
estrategia definida? ¿Acaso no existe un Proyecto Educativo Nacional al 2021,
aprobado hace más de 7 años?
b)
Desarrollo de pensamiento complejo.- En el caso de La Haya, se trabajó previendo diversos
escenarios y estudiando también los argumentos del otro. En Educación seguimos
promoviendo “verdades únicas”, lo que es sinónimo de un desarrollo de
pensamiento unilateral, cuando no simplista. Por ejemplo, la Guerra del
Pacifico se estudia en textos escolares, donde profesores y estudiantes repiten
un catecismo histórico. El texto escolar es como “la biblioteca que los ricos
han inventado para los pobres”. En este libro están las verdades que
mecánicamente enseña el docente y que de manera simplificada repite el
estudiante.
En el caso de la Guerra del Pacífico, deberían estudiarse
los puntos de vista de historiadores de Perú, de Chile, de Bolivia y de otros
investigadores de alcance internacional (digamos Erik Hobsbawn). Este mismo
Fallo de la Haya debería merecer similar aproximación, analizando también los
argumentos del país sureño. Nuestros estudiantes se acostumbrarían a tener
pensamiento divergente. Acostumbraríamos a nuestros estudiantes que ante un
problema o situación, pueden darse diversas respuestas, que importa analizar.
c)
Saber objetivado.- El “saber objetivo” de cualquier disciplina –social e
históricamente producido y acumulado- a través de la educación se transforma
intencionalmente en “saber subjetivo” (aprendizaje). Pero, los aprendizajes no
pueden quedarse en nuestras cabezas. Deben tener un valor de uso, al
convertirse en “saber objetivado”, cuando se traducen en práctica social. El
humanismo de nuestro “Caballero de los Mares” se dibuja plenamente en las
cartas a su esposa y también en la carta que envía a la viuda de Prat .
A partir de lo que acabamos de señalar, me permito
sugerir lo siguiente:
·
Reflexión colectiva sobre el Fallo de la Haya.- En la primera semana que se inicia el año escolar 2014,
deberíamos organizar una reflexión colectiva sobre el Fallo de la Haya con
todos los Estudiantes, Docentes y Comunidad. Promoveríamos peruanidad, pero
analizando los argumentos del Perú, de Chile y de la Corte de la Haya.
·
Vigencia del PEN revisado.- Debería imprimirse nuevos bríos al Consejo Nacional de
Educación (CNE) para que revise el “Proyecto Educativo Nacional al 2021”. El
PEN revisado debería conjugar los actuales Objetivos Estratégicos, con un
Proyecto País. De lo contrario seguiremos, buscando “logros de aprendizaje”,
pero sin una orientación estratégica.
·
Revisar la política de textos escolares.- La preparación del pensamiento complejo necesita tener
“bibliotecas escolares” (físicas o virtuales). De esa manera, los estudiantes y
docentes tendrán diversos enfoques y opiniones en cada tema disciplinar. El texto
escolar, como se ofrece ahora, sirve para la catequización en pensamientos
únicos.
·
Recuperación de la formación integral.- Por definición, la educación debería asumir el propósito
de la formación integral. Esto no viene sucediendo así. Por ejemplo, cuando uno
analiza los manuales de los “Mapas de Progreso”, la formación en valores ocupa
lugar marginal. Se potencia a nuestros estudiantes para ser competentes y
competitivos y dos áreas. Este reduccionismo ciertamente se hace sin horizonte
de Proyecto País y mucho más, sin visión de Civilización hacia donde queremos
avanzar.
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