Art. tomado de Baúl del Docente
Ser bien tratados es un derecho que tienen todos los niños y las niñas por el simple hecho de existir. Esta responsabilidad recae en quienes ocupan un lugar de jerarquía con relación a ellos: madres, padres, educadores, adultos de la comunidad y el Estado.
En este sentido, el Estado está comprometido en proteger a la infancia de todas las formas de malos tratos realizados por padres, madres u otras personas responsables del cuidado de los más pequeños. Asimismo, al Estado le compete la obligación de establecer medidas preventivas y de tratamiento en caso de que este derecho sea vulnerado.
El buen trato se inicia desde el nacimiento, se experimenta y se desarrolla, se aprende desde la infancia. El recibir un buen trato favorece el desarrollo socio – afectivo sano, da seguridad, promueve la confianza, pone las condiciones favorables para futuros aprendizajes, además, conlleva una serie de beneficios: proporciona a los niños estabilidad, serenidad, tranquilidad, capacidad de reflexión, de saber dar cuenta de lo que se hace.
El extremo opuesto sería el maltrato o la violencia. Los nuevos avances en la neurología dicen que las condiciones externas afectan, marcan, aunque no determinan el desarrollo infantil. Es importante cultivar el trato adecuado entre las personas, para construir una sociedad con una cultura de buen trato y de las relaciones sin violencia. Contar con una clima emocional positivo en el aula puede facilitar el aprendizaje de niñas y niños, a la vez que disfrutamos de nuestro trabajo. Más información en nuestro siguiente enlace.
PUEDEN DESCARGAR TEXTO DEL MED SOBRE BUEN TRATO.
PARA TENER EN CUENTA:
El clima emocional es el estado de ánimo colectivo, relativamente permanente que se construye en la interacción social de las personas sobre sucesos o circunstancias que afectan a la mayoría de los miembros de un grupo, motivan, dan confianza y colaboración para el proceso enseñanza – aprendizaje.
El clima emocional positivo se caracteriza por una sensación general de bienestar y satisfacción en el educador y sus estudiantes, así como por buenas relaciones entre estos, sustentadas en el buen trato. Genera una buena disposición para la tarea de enseñanza –aprendizaje. Satisface las necesidades fisiológicas, de seguridad física, de relación con otros, promueve el reconocimiento de aquello que los niños y niñas hacen bien, estimula su potencial.
El clima emocional negativo influye en la forma en que se relaciona
el educador con sus estudiantes o al realizar y organizar las actividades de aprendizaje en el aula, generando dificultades para concentrarse y disfrutar de las actividades que se les proponen, cuando las condiciones de buen trato no se dan.
Desde las Rutas de Aprendizaje se propone generar un Clima de Aula positivo para el logro de los aprendizaje, considero que este será un eje fundamental en los "casos" que se presente en la próxima evaluación de nombramiento 2015.
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