viernes, 13 de febrero de 2015

Vigotsky y su teoría constructivista del juego

No podemos dejar de referirnos, en esta sección sobre Juegos, Juguetes y Ludotecas,  a L. S. Vigotsky  (1896 - 1934), quien  otorgó al juego, como instrumento y recurso socio-cultural, el papel gozoso de ser un elemento impulsor del desarrollo mental del niño, facilitando el desarrollo de las funciones superiores del entendimiento tales como la atención o la memoria voluntaria.

Según sus propias palabras "El juego es una realidad cambiante y sobre todo impulsora del desarrollo mental del niño" (Soviet psychology .3).Concentrar  la atención, memorizar y recordar se hace, en el juego, de manera consciente, divertida y sin ninguna dificultad.

Decimos que su teoría es constructivista porque a través del juego el niño construye su aprendizaje y su propia realidad social y cultural. Jugando con otros niños amplia su capacidad de comprender la realidad de su entorno social natural aumentando continuamente lo que Vigotsky llama "zona de desarrollo próximo"

La "zona de desarrollo próximo" es "la distancia entre el nivel de desarrollo cognitivo real, la capacidad adquirida hasta ese momento para resolver problemas de forma independiente sin ayuda de otros, y el nivel de desarrollo potencial, o la capacidad de resolverlos con la orientación de un adulto o de otros niños más capaces".

Vigotsky analiza, además, el desarrollo evolutivo del juego en la Edad Infantil destacando dos fases significativas:

Habría una primera fase, de dos a tres años, en la que los niños juegan con los objetos según el significado que su entono social más inmediato les otorga.
Esta primera fase tendría, a su vez,  dos niveles de desarrollo.
En el primero, aprenden  lúdicamente las  funciones  reales que los objetos tienen en su entorno socio-cultural, tal y como el entorno familiar se lo transmiten.
En el segundo, aprenden a sustituir simbólicamente las funciones de dichos objetos. O lo que es lo mismo a otorgar la función de un objeto a otro significativamente similar, liberando el pensamiento de los objetos concretos. Han aprendido, en consonancia con la adquisición social del lenguaje, a operar con significados. Un volumen esférico, por ejemplo, puede transformarse en una pelota.
Después vendría una segunda fase de tres a seis años, a la que llama fase del "juego socio-dramático".
Ahora se despierta  un interés creciente por el mundo de los adultos y lo "construyen" imitativamente, lo representan.
De esta manera avanzan en la superación de su pensamiento egocéntrico y se produce un intercambio lúdico de roles de carácter imitativo que, entre otras cosas, nos permite averiguar el tipo de vivencias que les proporcionan las personas de su entono próximo. Juegan a ser la maestra, papá o mamá, y manifiestan así su percepción de las figuras familiares próximas.
A medida que el niño crece el juego dramático, la representación "teatral" y musical con carácter lúdico, podrá llegar a ser un excelente recurso psicopedagógico para el desarrollo de sus habilidades afectivas y comunicativas.

EN RESUMEN
  • El juego forma parte esencial del desarrollo ya que amplia continuamente la llamada "zona de desarrollo próximo.
  • Sirve para explorar, interpretar y ensañar diferentes tipos de roles sociales observados.
  • Contribuye a expresar y a regular las emociones.

Hay dos fases evolutivas infantiles para el juego:
La primera: de 2 a 3 años, en la que aprenden la función real y simbólica de los objetos.
La segunda: de 3 a 6 años, en la que representa imitativamente, mediante una especie de "juego dramático" el mundo adulto.




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